Si hay unas patatas bravas con fama de ser las mejores de todo Madrid esas no son otras que las del Bar Docamar, en el barrio de Quintana. Yo fui a probarlas hace unos años y me gustaron tanto que me traje una ración en el AVE de vuelta. La clave de su éxito es la salsa secreta que preparan desde hace 60 años y que, hay que reconocer, está de vicio. Ya la hice una vez, en la receta de las Bravas Hasselback, ahora vamos a hacer las bravas del Docamar completas.
RECETA EN VÍDEO
LAS PATATAS BRAVAS MÁS FAMOSAS DE MADRID
INGREDIENTES:
2 patatas variedad Monalisa
INGREDIENTES:
2 patatas variedad Monalisa
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Para la salsa brava:
2 ajos
1 cebolla
2-3 cayenas
1 cucharada de harina de trigo
1 cucharadita de pimentón de la Vera picante
1 cucharadita de pimentón de la Vera dulce
200 g de tomate triturado
1 hoja de laurel
300 ml de caldo de pollo
Un chorrito de vinagre de Jerez
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Utilidades:
Tabla de equivalencias
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PREPARACIÓN:
Pelamos y picamos un par de ajos y una cebolla. En una sartén echamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra y echamos el ajo. Cuando empiece a dorarse incorporamos la cebolla y una pizca de sal. Removemos y echamos 2-3 cayenas, depende del punto picante que os guste. Dejamos sofreír unos 10 minutos a fuego medio-alto. Pasado el tiempo, echamos una cucharada colmada de harina de trigo y cocinamos 5 minutos. A continuación echamos 1 cucharadita de pimentón de la Vera picante y 1 de pimentón dulce. Removemos y rápidamente añadimos 200 g de tomate triturado. Removemos bien y dejamos cocinar 10-15 minutos. Una vez listo el sofrito añadimos 1 hoja de laurel, vertemos 300 ml de caldo de pollo y un chorrito de vinagre de Jerez. Mezclamos bien, rectificamos de sal si fuera necesario y dejamos reducir 15 minutos a fuego medio-bajo. Pasado el tiempo retiramos el laurel y la cayena y trituramos. Colamos para que nos quede una salsa fina, sin pepitas de tomate. Pasamos la salsa a un biberón y reservamos en la nevera.
Pelamos un par de patatas, las lavamos y las cortamos en trozos irregulares grandes. Las freímos en abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio para que se pochen bien, sin que se doren demasiado. Una vez tiernas las retiramos sobre papel de cocina y salamos al gusto. Ponemos las patatas en el plato de presentación y echamos abundante salsa brava.
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