LEMON BLUEBERRY CAKE | Bizcocho de arándanos y limón

225 g de azúcar glas

4 cucharadas de zumo de limón

Echamos 225 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente en el vaso de la batidora. Echamos 150 g de azúcar y batimos con las varillas de globo hasta conseguir una mezcla homogénea. A continuación vamos incorporando los 4 huevos de uno en uno sin dejar de batir. Una vez integrados los huevos, echamos una cucharadita de esencia de vainilla o cualquier otro saborizante. Echamos la ralladura de 2 limones que previamente hemos lavado. Es posible que penséis que la masa se os ha cortado, pero tranquilos, luego se arregla cuando le incorporemos la harina. Echamos 2 cucharadas de zumo de limón y volvemos a batir 1 minuto. En un bol aparte mezclamos 250 g de harina de repostería, 7 g de levadura química o polvo de hornear y 5 g de sal. Incorporamos esta mezcla tamizada a la masa en 3 tandas. Batimos cada tanda lo justo para que la harina se incorpore a la masa. Acabamos de mezclar a mano con una espátula arrastrando todo el fondo del bol por si han quedado restos de harina.

Echamos un par de cucharadas de harina a los arándanos para que se adhieran a la masa y no se vayan todos al fondo. Eliminamos el exceso de harina y echamos los arándanos a la masa. Los repartimos por toda la masa mezclando con una espátula. Engrasamos con espray desmoldante un molde de 20 cm, forramos el fondo y las paredes con papel vegetal y recortamos el exceso de papel. Echamos la masa en el molde y repartimos por todo el molde con ayuda de la espátula. Al horno precalentado a 190 ºC, calor arriba-abajo, durante 1 hora aproximadamente. Si no queréis que se os dore mucho por arriba, cuando tenga el color que os guste podéis ponerle un papel de aluminio.

Mientras se hornea el bizcocho preparamos un almíbar. En un cazo echamos 4 cucharadas de zumo de limón y 50 g de azúcar. Ponemos al fuego y removemos hasta que el azúcar se haya disuelto. Reservamos. Una vez listo el bizcocho lo pinchamos con una brocheta, esto hará que el almíbar penetre mejor. Pintamos bien con todo el almíbar. Lo volteamos sobre una rejilla y lo desmoldamos. Quitamos el papel vegetal y lo dejamos enfriar totalmente.

Una vez frío el bizcocho preparamos el glaseado. Tan sencillo como mezclar 225 g de azúcar glas con 3-4 cucharadas de zumo de limón. La cantidad de zumo depende de si queréis el glaseado más o menos espeso. Yo recomiendo ir echando el zumo poco a poco e ir mezclando hasta obtener la textura deseada. Echamos el glaseado sobre el bizcocho y repartimos por toda la superficie. Para acabar, rallamos un poco de cáscara de limón por encima y listo.