La sopa ramen es uno de los platos japoneses más famosos e internacionales. Ya hice uno en el canal, pero en esta ocasión lo vamos a preparar desde 0 (incluidos los fideos) y por partes, para que os sea más fácil seguir la receta. Como variante usaremos carne de pollo y, en vez de shoyu ramen, presentaremos un miso ramen. La receta no es rápida, ni mucho menos, pues requiere tiempo, esfuerzo y dedicación, ideal para auténticos amantes de la cocina.
Receta adaptada del estupendo libro de recetas tradicionales JAPÓN GASTRONOMÍA, de Nancy Singleton Hachisu.
RECETA EN VÍDEO
SOPA RAMEN
INGREDIENTES: para 6 personas
Para el caldo:
INGREDIENTES: para 6 personas
Para el caldo:
4 muslos de pollo con piel
200 g de cebolleta
1 trozo de jengibre fresco
2 zanahorias
1 cucharadita de sal
2 cucharadas soperas de aceite de sésamo
Para los fideos:
300 g de harina de trigo
2 cucharadas soperas de aceite de sésamo
2 huevos M a temperatura ambiente
2 yemas M a temperatura ambiente
Para el resto:
200 g de pak choi
3 cucharadas de cebolleta picada (parte verde)
3 huevos a temperatura ambiente
1 lámina de alga nori
Pasta de miso
Utilidades:
Tabla de equivalencias
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PREPARACIÓN:
Comenzamos por el caldo. Colocamos 4 muslos de pollo con la piel en una bandeja de horno sobre papel vegetal, junto con 200 g de cebolleta cortada en trozos, un trozo de jengibre fresco también partido en 4 trozos y 2 zanahorias grandes que he lavado y cortamos también en trozos. Echamos sal y dos cucharadas de aceite de sésamo, y untamos bien con las manos las verduras y el pollo. Lo llevamos al horno a 230 ºC durante 35 minutos. Pasado el tiempo, ponemos el pollo y las verduras en una olla grande. Vertemos 4 litros de agua y ponemos al fuego hasta que rompa a hervir. Desespumamos, bajamos el fuego al 4 o fuego medio, tapamos y dejamos cocinar durante 1 hora. Pasada la hora, retiramos el pollo. Le quitamos la piel y separamos la carne de los huesos. Los huesos los volvemos a introducir en la olla. Echamos un cazo de caldo al pollo y dejamos la olla al fuego 30 minutos más. Esta vez, sin tapar. Pasado el tiempo colamos el caldo y desmenuzamos el pollo, aprovechamos para retirar los posibles restos de huesos y grasa. Ya tenemos el pollo y nuestro caldo listos.
Vamos con los fideos. En un bol tenemos 300 g de harina de trigo, añadimos 2 cucharadas de aceite de sésamo y mezclamos con las manos hasta que la harina haya absorbido el aceite.
Hacemos un agujero en el centro e incorporamos 2 huevos enteros. Echamos también 2 yemas. Mezclamos con ayuda de un tenedor, vamos removiendo los huevos a la vez que arrastramos la harina para que se vaya incorporando.
Cuando el huevo haya sido absorbido por la harina es el momento de meter las manos. Cuando veamos que cuesta manipular la masa, la volcamos sobre la mesa de trabajo. Seguimos amasando hasta integrar toda la harina.
Si veis que está muy seca y no hay manera de integrarla podéis echarle un poco de la clara de huevo que habíamos separado.
Amasamos en total unos 10 minutos. Veréis como poco a poco va tomando cuerpo, formamos una bola y dejamos reposar tapada durante 30 minutos.
Pasado el tiempo porcionamos la bola en 8 trozos para trabajarla mejor. Lo ideal es tener una máquina para hacer pasta. Introducimos la masa entre los dos rodillos planos y con la abertura más gruesa, la vamos pasando estrechando cada vez más los rodillos.
Una vez que tenemos estiradas todas las porciones las volvemos a pasar por la máquina para cortar en fideos.
Enharinamos un poco la pasta para que no se pegue y seguimos hasta acabar con todas las porciones.
Para cocinar la pasta fresca con 3 o 4 minutos será suficiente. Ponemos un cazo con abundante agua y cuando rompa a hervir echamos un par de puñados de fideos. Ya tenemos los fideos listos.
Vamos ahora con los toppings. Empezamos cocinando el huevo, un imprescindible en todo Ramen. Haremos un huevo por cada dos personas.
Cocemos el huevo 8 minutos a partir de que el agua rompa a hervir, ni un minuto más ni un minuto menos. Finalizado el tiempo, sacamos el huevo y lo metemos en un bol con agua helada para romper la cocción.
Seguimos por el pak choi que podéis sustituir sin problema por espinacas. Le quitamos la parte más dura del tallo, introducimos las hojas en agua hirviendo 15 segundos y las pasamos a agua helada. Escurrimos y las secamos con papel de cocina. El escaldado hará que potencie su color verde.
Una vez secas las hojas las agrupamos para cortarlas en tiras. Para 6 personas necesitaréis 200 g de pak choi o espinacas, es decir 50 g en crudo por persona.
Picamos la parte verde de una cebolleta y reservamos. Cortamos un trocito de alga nori para cada bol, con una lámina de nori salen 8 trozos.
Vamos a montar el plato. Echamos un par o tres cazos de caldo bien caliente en dos cuencos. A continuación echamos la pasta de miso, media cucharada de postre por cada bol. Como esta pasta es granulada, la deshago con ayuda de un colador. Así el caldo tomará el sabor, pero no se quedarán los granos que resultarían molestos. Incorporamos los fideos. A continuación echamos el pollo deshilachado. Seguimos con el pak choi, y la cebolleta picada. Partimos el huevo por la mitad y ponemos medio huevo en cada bol, también podríais poner un huevo por ración. Colocamos también un trozo de alga nori en cada cuenco.
Y rematamos con el toque picante del sichimi togarashi, una mezcla de especias japonesas que suele echarse al Miso Ramen. Si no tenéis, podéis echarle un poco de chile en polvo o en escamas.
Cualquier duda, mira el vídeo.
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