Las tortitas típicas americanas son siempre deliciosas, pero esta receta de hot cakes con nata fresca es la mejor que he probado nunca. Tierna, esponjosa y saciante. Imprescindible acompañarla con una buena mantequilla por el sabor y contraste que le aporta. De la misma manera el punto dulce lo podemos regular con el acompañamiento que prefiramos: sirope, mermelada o, como en mi caso, miel. Nunca había probado unas tortitas como estas, definitivamente se van a convertir en mis favoritas.
RECETA EN VÍDEO
INSUPERABLES HOT CAKES
INGREDIENTES:
200 g de nata fresca o crema agria
50 g de harina de trigo
1 huevo L
Mantequilla (para la sartén)
2 g de levadura química (baking powder)
4 g de sal
Para servir:
Mantequilla
Miel, sirope o mermelada
Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios
PREPARACIÓN:
Cascamos un huevo tamaño L y separamos la clara de la yema. Montamos la clara con unas varillas a velocidad alta. Cuando empiece a espumar incorporamos 4 g de sal y seguimos montando hasta obtener picos firmes.
Sin necesidad de limpiar las varillas mezclamos 200 g de nata fresca con la yema. Simplemente batimos hasta que se hayan integrado bien ambos ingredientes. Incorporamos 2 gramos de levadura química a 50 g de harina de trigo, mezclamos y tamizamos sobre la mezcla de nata fresca y yema. Con ayuda de una espátula y movimientos envolventes vamos integrando la harina con la masa hasta que no nos queden grumos.
Una vez bien integrado, recuperamos la clara montada para incorporala a esta masa. Lo hacemos en varias tandas y con movimientos envolventes, debemos procurar incorporar el aire de las claras a la masa.
Ponemos un poco de mantequilla en una sartén antiadherente. Cuando empiece a derretirse, retiramos el exceso de mantequilla con un papel de cocina limpio. Toda la superficie quedará engrasada, pero sin exceso. Con ayuda de una cuchara echamos porciones de masa y le damos la forma y tamaño deseado. Dejamos que se doren por un lado y cuando le salgan burbujitas ya podemos darles la vuelta. Simplemente las doramos por un lado, las volteamos y dejamos que se doren por el otro.
Las vamos colocando en un plato amontonadas unas sobre otras mientras seguimos hasta terminar toda la masa. Recordad ir poniendo mantequilla en la sartén si se acaba. Para presentar, colocamos un buen cubo de mantequilla encima y rematamos con el toque dulce, en mi caso he optado por miel.
Cualquier duda, mira el vídeo.
· Los comentarios en el blog están inhabilitados. Puedes comentar todo aquello que te apetezca sobre esta entrada en mi canal de YouTube o en cualquiera de mis redes sociales: Facebook, Instagram o Twitter.
INGREDIENTES:
200 g de nata fresca o crema agria
50 g de harina de trigo
1 huevo L
Mantequilla (para la sartén)
2 g de levadura química (baking powder)
4 g de sal
Para servir:
Mantequilla
Miel, sirope o mermelada
Utilidades:
Tabla de equivalencias
Dónde comprar mis utensilios
PREPARACIÓN:
Cascamos un huevo tamaño L y separamos la clara de la yema. Montamos la clara con unas varillas a velocidad alta. Cuando empiece a espumar incorporamos 4 g de sal y seguimos montando hasta obtener picos firmes.
Sin necesidad de limpiar las varillas mezclamos 200 g de nata fresca con la yema. Simplemente batimos hasta que se hayan integrado bien ambos ingredientes. Incorporamos 2 gramos de levadura química a 50 g de harina de trigo, mezclamos y tamizamos sobre la mezcla de nata fresca y yema. Con ayuda de una espátula y movimientos envolventes vamos integrando la harina con la masa hasta que no nos queden grumos.
Una vez bien integrado, recuperamos la clara montada para incorporala a esta masa. Lo hacemos en varias tandas y con movimientos envolventes, debemos procurar incorporar el aire de las claras a la masa.
Ponemos un poco de mantequilla en una sartén antiadherente. Cuando empiece a derretirse, retiramos el exceso de mantequilla con un papel de cocina limpio. Toda la superficie quedará engrasada, pero sin exceso. Con ayuda de una cuchara echamos porciones de masa y le damos la forma y tamaño deseado. Dejamos que se doren por un lado y cuando le salgan burbujitas ya podemos darles la vuelta. Simplemente las doramos por un lado, las volteamos y dejamos que se doren por el otro.
Las vamos colocando en un plato amontonadas unas sobre otras mientras seguimos hasta terminar toda la masa. Recordad ir poniendo mantequilla en la sartén si se acaba. Para presentar, colocamos un buen cubo de mantequilla encima y rematamos con el toque dulce, en mi caso he optado por miel.
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