Cuando me enfrento a una receta que no forma parte de mi repertorio habitual o que nunca he hecho, siempre intento buscar la de algún chef reconocido. En el blog encontraréis muchos ejemplos, como la fabada de Casa Gerardo, las bravas de Sergi Arola, el ají de gallina de Gastón Acurio o las croquetas de Francis Paniego. Hay muchas más y otras tantas que vendrán. En este caso había leído que los callos a la madrileña de El Bohío (el restaurante del "MasterChef" Pepe Rodríguez), eran de lo mejorcito de este país. ¡Bendito internet y bendito señor Google! Le pones cuatro palabras y te da justo lo que necesitas: Un vídeo de como hacer los callos, grabado en el mismo El Bohío (en Illescas), de la mano del propio Pepe y del también cocinero Rodrigo de la Calle. Así que aquí no caben excusas, nadie podrá decir que estos no son los callos de El Bohío. Bueno, en realidad, son los callos de la MJ, basados en la famosa receta de El Bohío. Lo digo porque ha pasado con otras recetas, normalmente sacadas de libros, y que no siempre son fieles a la receta original del cocinero.
Mi vecino, que es madrileño y piensa que el sushi y los callos es lo más grande que se puede comer, me confesó que eran de los mejorcitos que había probado, así que va a ser verdad que son tan buenos... ¿o será que tengo buena mano? Jajaja. Y hablando de Madrid, ya que suelo dedicar las recetas que hago de otros países o territorios a la gente que me sigue de la zona, no podía dejar de dedicar esta receta a todos los madrileños que me estén leyendo. Madrid es una ciudad que adoro, a la que vuelvo siempre que puedo y que, si un día tuviera que dejar mi querida Barcelona, sería mi primera opción para vivir.
Mi vecino, que es madrileño y piensa que el sushi y los callos es lo más grande que se puede comer, me confesó que eran de los mejorcitos que había probado, así que va a ser verdad que son tan buenos... ¿o será que tengo buena mano? Jajaja. Y hablando de Madrid, ya que suelo dedicar las recetas que hago de otros países o territorios a la gente que me sigue de la zona, no podía dejar de dedicar esta receta a todos los madrileños que me estén leyendo. Madrid es una ciudad que adoro, a la que vuelvo siempre que puedo y que, si un día tuviera que dejar mi querida Barcelona, sería mi primera opción para vivir.
RECETA EN VÍDEO
CALLOS A LA MADRILEÑA
INGREDIENTES: 4 personas 1/2 kg de callos 1 chorizo asturiano 1 morcilla asturiana 1 manita de cerdo 1 cebolla 2 hojas de laurel 1 c/s de pimentón Sal PREPARACIÓN: |
Los callos los encontramos normalmente limpios en las tiendas, así que simplemente debemos cortarlos. Primero los corto en tiras y éstas en cuadrados pequeños de un centímetro y medio aproximadamente. Pero esto es un poco a vuestro gusto.
Cortamos y pelamos media cebolla y la echamos a una olla con agua. Añadimos los callos, el chorizo y morcilla asturianos, con un sabor ahumado, y una manita o pie de cerdo cortada por la mitad. Finalmente, echamos dos hojas de laurel y ponemos a fuego medio.
La otra media cebolla la vamos a picar muy finamente. En una sartén echamos un par de cucharadas soperas de aceite de oliva y sofreímos la cebolla. Añadimos una buena cucharada sopera de pimentón, en este caso he puesto la mitad dulce y la mitad picante, pero lo podéis poner todo dulce o todo picante, como más os guste. Removemos bien junto con la cebolla y añadimos un par de cazos del caldo de los callos. Y todo esto a la olla de los callos. Removemos y ahora sólo nos queda esperar.
Tapamos y dejaremos hirviendo a fuego suave durante 3 horas y media. La última media hora le quitaremos la tapa. Y, de vez en cuando, iremos desespumando. A lo largo de la cocción, rectificaremos de sal si fuera necesario.
Una vez listo, dejamos templar un poco y deshuesamos las manitas de cerdo. Picamos bien y la volvemos a incorporar junto con los callos. Cortamos en rodajas el chorizo y la morcilla. Los volvemos a echar a la olla. Finalmente, sacamos las hojas de laurel y la media cebolla.
¡Unos "Sres. Callos"! Ahora sólo necesitamos una buena copa de vino tinto y un buen trozo de pan.
Cualquier duda, mira el vídeo.
Cortamos y pelamos media cebolla y la echamos a una olla con agua. Añadimos los callos, el chorizo y morcilla asturianos, con un sabor ahumado, y una manita o pie de cerdo cortada por la mitad. Finalmente, echamos dos hojas de laurel y ponemos a fuego medio.
La otra media cebolla la vamos a picar muy finamente. En una sartén echamos un par de cucharadas soperas de aceite de oliva y sofreímos la cebolla. Añadimos una buena cucharada sopera de pimentón, en este caso he puesto la mitad dulce y la mitad picante, pero lo podéis poner todo dulce o todo picante, como más os guste. Removemos bien junto con la cebolla y añadimos un par de cazos del caldo de los callos. Y todo esto a la olla de los callos. Removemos y ahora sólo nos queda esperar.
Tapamos y dejaremos hirviendo a fuego suave durante 3 horas y media. La última media hora le quitaremos la tapa. Y, de vez en cuando, iremos desespumando. A lo largo de la cocción, rectificaremos de sal si fuera necesario.
Una vez listo, dejamos templar un poco y deshuesamos las manitas de cerdo. Picamos bien y la volvemos a incorporar junto con los callos. Cortamos en rodajas el chorizo y la morcilla. Los volvemos a echar a la olla. Finalmente, sacamos las hojas de laurel y la media cebolla.
¡Unos "Sres. Callos"! Ahora sólo necesitamos una buena copa de vino tinto y un buen trozo de pan.
Cualquier duda, mira el vídeo.
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