Otro año más llega el día de la mona. La tradición dice que la debe regalar el padrino al niño, pero en el caso de los padrinos de mis niños, como saben que tienen una mamá muy "apañá", incumplen la tradición un año tras otro, jaja. Y es que, una vez más, me toca hacerla a mí, y yo encantada, porque así la puedo personalizar al máximo.
Si en 2011 hice la Tarta Sara, y en 2012 la Tarta Nido, este año he elegido como base una de esas tartas que enamoran desde un primer momento. La Baumkuchen es un pastel alemán con múltiples capas que acostumbra a ser hueco en el centro. Como en otras ocasiones, cuando quiero originalidad voy en busca de mis blogs dulces de referencia: Sprinkle Bakes, Cuisine Addict, All Recipes, Martha Stewart, Dulces Bocados o La receta de la felicidad, donde encontré la versión más apetecible, aunque al final hice también mis propias variaciones para adaptar la tarta a mis necesidades.
Y otro año más, estoy más que satisfecha con el resultado, y los peques nuevamente encantados. Además, a un precio inmejorable. Hacer este tipo de cosas en casa, como dice aquel anuncio, no tiene precio.
Si en 2011 hice la Tarta Sara, y en 2012 la Tarta Nido, este año he elegido como base una de esas tartas que enamoran desde un primer momento. La Baumkuchen es un pastel alemán con múltiples capas que acostumbra a ser hueco en el centro. Como en otras ocasiones, cuando quiero originalidad voy en busca de mis blogs dulces de referencia: Sprinkle Bakes, Cuisine Addict, All Recipes, Martha Stewart, Dulces Bocados o La receta de la felicidad, donde encontré la versión más apetecible, aunque al final hice también mis propias variaciones para adaptar la tarta a mis necesidades.
Y otro año más, estoy más que satisfecha con el resultado, y los peques nuevamente encantados. Además, a un precio inmejorable. Hacer este tipo de cosas en casa, como dice aquel anuncio, no tiene precio.
INGREDIENTES: 4 personas
250 g de mantequilla sin sal
250 g de azúcar
250 g de harina de trigo
5 huevos XL y una yema
Una pizca de sal
1 c/s de extracto de vainilla (1 tbsp)
Colorante en gel azul y rosa
100 ml de leche
125 g de chocolate para fundir
125 g de nata para montar
1 c/p de mantequilla sin sal
PREPARACIÓN:
En un bol echamos la mantequilla punto pomada y el azúcar. Batimos hasta blanquear.
Separamos las claras de las yemas y reservamos 5 claras y 6 yemas, la clara que nos sobra la podemos congelar y utilizar posteriormente. Incorporamos las yemas de una en una a la mezcla anterior sin dejar de batir. Incorporamos la harina y mezclamos hasta conseguir una masa homogénea. Reservamos.
En otro bol montamos las claras con una pizca de sal. Una vez montadas incorporamos las claras a la masa anterior. Mezclamos con movimientos envolventes. Si vemos que la masa no nos ha quedado muy ligera le añadimos leche, hasta obtener una masa ligera.
Precalentamos el horno a 200 ºC, opción grill.
Separamos la masa en dos partes iguales. Añadimos a cada masa un poco de colorante en gel, en este caso yo he utilizado azul y rosa, los colores favoritos de mis peques.
Forramos con papel vegetal el fondo de un molde desmontable de 20 cm. Pintamos las paredes del molde con spray de desmoldar o bien con mantequilla y harina. Vertemos 3 c/s de masa azul e introducimos en el horno a media altura durante 4 minutos. Sacamos y vertemos 3 c/s de masa rosa y realizamos la misma operación: 4 minutos al horno y así sucesivamente hasta acabar con toda la masa e intercalando capa rosa y azul. Una vez listo dejamos enfriar y preparamos la cobertura.
Ponemos la nata en un cazo, cuando rompa a hervir, retiramos del fuego e incorporamos el chocolate troceado y la mantequilla. Mezclamos con unas varillas hasta que el chocolate se haya disuelto por completo. Dejamos entibiar y cubrimos toda la tarta (colocada sobre una rejilla).
Finalmente, cubrimos las pareces con bolitas de chocolate de colores.
En este caso, como aprovecho la misma tarta para mis dos peques, he utilizado unos palitos de pretzel para hacer una "supuesta valla" y así dividir la tarta en dos. Por último, y no menos importante tratándose de la mona, decoramos con los personajes que más gusten a nuestros niños. Este año Hugo ha querido temática Star Wars, así que he puesto a Obi Wan Kenobi y al pequeño Anakin Skywalker. Sara dudaba entre Pepa Pig y los PinyPon, pero al final ha elegido a la Abeja Maya (un clásico de los 80 que ahora está de vuelta). Todo ello acompañado con las típicas plumas y pollitos. Ahora, a pensar en la mona del 2014.
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