Nunca he sido mucho de comida china, quizás es porque no me acabo de fiar de esa leyenda urbana que dice que allá donde hay un restaurante chino, no hay gatos... ;) La cuestión es que el único plato que siempre me ha gustado es el pollo al limón. Si además, lo hacemos en casa, sabiendo que el pollo es pollo y el limón es limón, mejor que mejor. Es un plato de esos que yo llamo "comida rápida casera". Y es que realmente, no hay comida buena o mala. Hay comida bien o mal hecha, y con buenos o malos ingredientes.
Esta receta la vi en el blog... 'Salseando en la cocina'.
INGREDIENTES: 2 personas
Esta receta la vi en el blog... 'Salseando en la cocina'.
INGREDIENTES: 2 personas
2 pechugas de pollo
2 huevos
Aceite de girasol
Maizena
Pimienta
Sal
Para la salsa:
10 c/s de zumo de limón (2 limones)
4 c/s de vinagre de vino blanco o de manzana
6 c/s de azúcar
8 c/s de agua fría
2 c/c de maicena
c/s = cucharada sopera
c/c = cucharadita de café
PREPARACIÓN:
Limpiamos las pechugas de pieles y huesos. Es importante que estén enteras, incluido el solomillo. Salpimentamos y las dejamos durante 20 minutos en los huevos batidos, dándoles la vuelta de vez en cuando para que se empapen por ambas caras.
Mientras reposan las pechugas preparamos la salsa. Ponemos todos los ingredientes en un cazo y lo ponemos a fuego medio-alto sin dejar de remover. Cuando rompa a hervir, bajamos el fuego y dejamos hervir durante 1 minuto más. Retiramos del fuego y reservamos.
Rebozamos las pechugas en maicena (hacedlo generosamente). Luego, las sacudimos ligeramente para que suelten el exceso. Pero eso sí, las pechugas han de quedar bien impregnadas en maicena. Ponemos una sartén al fuego con aceite de girasol.
Freímos las pechugas a fuego medio. Vamos dándoles la vuelta hasta que se doren. Retiramos y dejamos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.
Colocamos las pechugas sobre la tabla de cocina y les hacemos cortes transversales de 1 cm. aproximadamente, sin llegar al final. Colocamos la pechuga en el plato de servir y salseamos hasta impregnarla toda. Decoramos con unos gajos de limón.
RECETA EN VÍDEO
EL VIAJE
Hace ya unos cuantos años (cuando no teníamos niños y nos dedicábamos a viajar sin descanso) estuve en China. Y, entonces, probé la "auténtica" comida china: riquísima, excitante, diferente... Mucho más variada de la que nos ponen en los restaurantes chinos de aquí. Os dejo con unas cuantas imágenes de aquel maravilloso viaje... ¡qué tiempos!
Hace ya unos cuantos años (cuando no teníamos niños y nos dedicábamos a viajar sin descanso) estuve en China. Y, entonces, probé la "auténtica" comida china: riquísima, excitante, diferente... Mucho más variada de la que nos ponen en los restaurantes chinos de aquí. Os dejo con unas cuantas imágenes de aquel maravilloso viaje... ¡qué tiempos!
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