INGREDIENTES: 4 personas
4 pechugas de pollo (y/o muslos)
8 alcachofas
Zumo de 1/2 limón
Agua
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Para la picada:
1 ajo escalivado
2 tomates pera escalivados
25 g de avellanas tostadas (o almendras)
Pimienta roja
Perejil
Limpiamos las alcachofas. Para ello, retiramos las primeras capas de hojas hasta llegar a las más blancas, cortamos las puntas y partimos en cuatro trozos. Les quitamos los pelillos del centro y echamos los trozos en un bol que tendremos con agua y el zumo de limón.
Ponemos una sartén con 2-3 c/s de aceite de oliva (según el tamaño de las alcachofas) e incorporamos las alcachofas. Añadimos 1 vaso de agua y freímos. Retiramos y reservamos.
Limpiamos las pechugas de pieles y "huesecillos". Las cortamos en trozos. En la misma sartén y con el mismo aceite (si no hay suficiente podemos añadir un poco más) freímos el pollo a fuego fuerte para que se dore.
Una vez dorado, lo medio cubrimos de agua y lo dejamos cocer durante 30 minutos.
Mientras tanto, hacemos la picada. Previamente hemos escalivado los ajos y los tomates. Para ello hemos introducido en una fuente de horno los ajos con la piel y los tomates lavados con varios cortes en la piel. Los dejamos a 180 ºC durante 30 minutos.
En un bol ponemos los ajos pelados, los tomates (también pelados), las almendras, el perejil, la pimienta roja y un poquito de agua. Trituramos e incorporamos a la cazuela. Incorporamos las alcachofas y cocemos durante 20 minutos más.
Un plato de lo más sencillo, pero no por eso menos... ¡espectacular!
Esta receta la vi en la revista 'Cuina'.
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