GALLETAS FIN DE CURSO "SARA"


Llega el ansiado fin de curso para los niños, que no para los papás. Mi hija Sara, que todavía no tiene 2 años, hace la fiesta fin de curso, aunque la guardería continuará todo el mes de Julio. ¡Bendita guardería!

Como ya comenté cuando hice las galletas para el Santo de mi hijo Hugo, esta vez le tocaba a Sara. Ya que ella (como su hermano) nació en Agosto, no puede celebrar su cumpleaños en el cole, así que he decidido obsequiar a cada niño y a las profesoras con una bolsita personalizada con su nombre hecho en galletas. Menos mal que en Catalunya los niños no acostumbran a tener nombres compuestos, no habría tenido bolsas para poner tantas letras. Eso sí, los nombres largos han tenido más suerte, pues se han llevado más galletas.

INGREDIENTES:

Para la masa de las galletas de mantequilla:
250 g de mantequilla a temperatura ambiente
250 g de azúcar glas
1 huevo XXL a temperatura ambiente
650 g de harina tamizada
1 chorrito de leche para ligar la masa (unas 3 c/s)
1 c/c de aroma de vainilla

Para la glasa:
1 clara de huevo (en este caso pasteurizada)
125 g de azúcar glas por cada clara de huevo
1/4 c/c de cremor tártaro colmada
1/4 c/c de aroma de vainilla
Tinte en gel rosa y azul

PREPARACIÓN:

Batir la mantequilla con varillas hasta obtener una crema suave. Incorporar el azúcar glas tamizado a cucharadas sin dejar de batir.

Parar la máquina para ir bajando la mantequilla que se quede por las paredes. Cuando ambos ingredientes se hayan integrado totalmente, notaremos como ha aumentado ligeramente su volumen y tendrá una textura esponjosa.En este instante añadimos el aroma deseado. En esta ocasión he añadido aroma de vainilla.  Y el huevo ligeramente batido. Batimos ligeramente para que se integre el aroma.

Comenzamos a añadir la harina a cucharadas a la velocidad más baja posible sin dejar de batir. Cuando hayamos incorporado casi toda la harina, la masa comenzará a desmigarse. En este momento incorporamos un chorrito de leche y batiremos de nuevo hasta que la masa se haya ligado y separado de las paredes del bol.

Colocamos en la encimera un trozo de papel de hornear, sobre éste la masa. Le daremos forma redonda y un poco aplastada, y entonces partiremos en 4 trozos iguales. La masa deberá estar pringosa debido a la mantequilla, aunque no pegajosa.

Reservamos 3 trozos y nos quedamos con el 4º. Con las manos le damos forma rectangular. La colocamos entre dos papeles de hornear y estiramos la masa con un rodillo. Cuando se consigue el grosor deseado, guardamos esta masa estirada entre los dos papeles de hornear en la nevera. Procedemos de igual manera con los otros 3 trozos.

La masa se debe dejar enfriar un mínimo de 3 horas. Debemos colocarla con cuidado para que no coja ninguna arruga, ni se doble y siempre el trozo más grande en la parte inferior.


Yo la dejé de un día para otro. Al día siguiente, saco el primer trozo de masa ya estirado, entre los dos papeles de hornear, le paso un par o 3 de veces el rodillo por encima y ya podemos comenzar a cortar las galletas.

Retiramos el papel superior y con un corta pasta vamos cortando. Aprovechamos el papel que hemos quitado y lo ponemos sobre la bandeja del horno (importante que no esté caliente para que no se nos deshagan las galletas).

Las introducimos en el horno precalentado a 180º durante 12 minutos. Una vez que estén dorados los bordes las sacamos del horno y las ponemos a enfriar sobre una rejilla.

Los restos de masa los amasamos y estiramos sobre papel de hornear y tapamos con otro papel y ponemos en la nevera durante mínimo 15 minutos. Estos recortes los podremos utilizar unas 3 veces más.

Mientras una bandeja se hornea, fuera tenemos una segunda bandeja donde iremos preparando otra tanda y así sucesivamente hasta finalizar con toda la masa.

Ahora pasamos a la decoración, para ello hay que dejarlas reposar un mínimo de 2 horas.

Las he decorado con glasa, para ello batimos con un tenedor las claras (a las cuales le hemos incorporado el cremor tártaro) hasta que espumen (no montarlas).

Echamos 1/3 del azúcar glas tamizado sobre las claras y batimos a velocidad baja. Continuamos batiendo mientras seguimos añadiendo el azúcar glas a cucharadas. Cuando tengamos una consistencia más espesa le podemos añadir algún tipo de sabor, yo le he añadido aroma de vainilla.

Seguimos batiendo e incorporando el resto del azúcar glas hasta que tenga consistencia de pasta de dientes.

Para probar la consistencia del delineado de las galletas, ponemos un poco de glasa en una boquilla del 2 y hacemos una especie de letra "L" en la encimera, si al cruzarse las dos líneas la glasa se queda firme y no se derrite una sobre otra es que tiene el punto perfecto. En caso contrario deberíamos añadirle más azúcar y seguir batiendo. Una vez conseguida la consistencia deseada, le añadimos el color elegido y la dejaremos reposar unos 30 minutos totalmente tapada. Con esto conseguiremos que las burbujas de aire que se hayan formado con el batido y el agua salgan a la superficie.

Pasado este tiempo le pasaremos una espátula por la superficie y veremos como las burbujas desaparecen. En este momento la glasa está lista para pasar a los biberones o las mangas y empezar la decoración. En este punto, lo dejo todo a vuestra imaginación y creatividad.


Finalmente, embolsé cada nombre individualmente y até las bolsas con rafia. A cada bolsa le puse el nombre de la clase y curso y el nombre del niño. Me consta que a las profes y a las mamás les ha encantado. Y para mi ha sido un placer hacerles este regalo.

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