CESTITAS DE CREMA DE QUESO CON GELATINA DE MERMELADA DE TOMATE Y MOUSSE DE SALMÓN


INGREDIENTES: 30 unidades

2 paquetes de pasta brick

Para la crema de queso:
100 ml de nata para cocinar
100 ml de leche
90 g de queso parmesano
75 g de queso EDAM
75 g de queso tierno
100 g de queso curado
50 g de queso azul
40 g de nueces picadas

Para la gelatina de mermelada de tomate:
5 g de agar-agar

Para la mousse de salmón:
240 g de salmón
25 cl de caldo
1,5 g de agar-agar
60 g de mantequilla
Zumo de 1/4 de limón
295 ml de nata para montar
Sal
Pimienta

PREPARACIÓN:

En primer lugar preparamos la crema de queso. Para ello, llevamos a ebullición la nata junto con la leche. Incorporamos todos los quesos y vamos moviendo hasta su total disolución.

Echamos en un molde, lo suficientemente grande, para que quede del grosor que deseamos. Esparcimos la nuez picada por toda la superficie. Reservamos en la nevera durante un par de horas.

Preparamos la mermelada de tomate y al final de la cocción añadimos 5 g de agar-agar, previamente disuelto en un vaso con un poco de agua. Dejamos hervir durante un minuto, removiendo sin parar. Echar en un molde previamente untado con aceite de girasol. Ha de ser lo suficientemente grande para que quede 1 cm. de grosor aprox. Dejamos en la nevera durante un par de horas, tiempo más que suficiente para que espese.

Cuando la gelatina de mermelada de tomate esté consistente preparamos la mousse de salmón.

Preparamos la nata bien montada y reservamos en la nevera hasta el momento de mezclar con el salmón.

Pasamos el salmón por la sartén hasta que esté hecho. Dejamos enfriar y desmigamos con cuidado quitando todas las raspas y espinas. Añadimos en un bol junto con la mantequilla y batimos. Añadimos el zumo de limón. Seguimos batiendo hasta conseguir una crema suave.

Disolvemos el agar-agar en un poco de agua y llevamos a ebullición. Añadimos a la mezcla anterior y removemos. Salpimentamos. En este momento mezclamos con movimientos envolventes la nata montada con el salmón.

Sacamos de la nevera el molde con la gelatina de mermelada de tomate y despegamos del molde. De esta manera no se nos romperá la mousse cuando lo desmoldemos. Vertemos la mousse sobre la gelatina y reservamos en la nevera durante un par de horas.

Para la presentación utilizaremos una bandeja de cupcakes, donde colocaremos tiras de pasta brick hasta cubrir completamente cada molde, sobre estos colocaremos unos moldes de cupcakes individuales para mantener la forma.

Precalentamos el horno a 170 ºC y horneamos durante 10 minutos. Vamos sacando y dejando sobre una rejilla para que se enfríen.

Seguimos el mismo proceso hasta hacer los 30 moldes que necesitamos. Reservamos.

Con un molde cuadrado de 2 cm. x 2 cm. cortamos la crema de queso y colocamos una en cada cestita.

Ahora llega la parte "más complicada" aunque no muy difícil. Desmoldamos nuestra gelatina/mousse y con el mismo molde cuadrado vamos cortando trozos, lo cortamos en cruz y a dos de ellos le damos la vuelta. De esta manera conseguimos el efecto "tablero de ajedrez". Colocamos encima de la crema de queso y se acabó.

Un rico bocado que al menos por su presentación no pasará inadvertido. ¡No apto para no queseros!

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